Compartir un piso puede ser difícil, pero con un poco de creatividad, organización por colores, elementos flexibles y otras soluciones inteligentes, una habitación puede funcionar como tres.
O incluso más si tienes visita.
Está bien poder recibir invitados de vez en cuando, incluso si en tu pequeño hogarno abunda el espacio. Gracias a las camas apilables, tendrás el doble de espacio para dormir y serás el mejor anfitrión.
Tener compañía es agradable, pero seguramente también necesitarás pasar tiempo a solas. Cierra la cortina y tendrás un espacio solo para ti. También es una buena manera de crear un rincón acogedor para dormir.
Tener todo organizado y a mano ayuda a llevarse bien, y el recibidor no es una excepción. Guarda los zapatos en una estantería para que no estén por el suelo. También puedes colocar ganchos y cestas para que tus cosas y tus mañanas estén bajo control.
A la hora de dormir, tu almohada de siempre será tu mejor amiga. Si piensas ir a algún sitio, llévala contigo para descansar cada noche como si estuvieses en casa.
Si tienes el doble de camas, también necesitarás más sábanas. Si cada compañero de piso usa un color diferente para su ropa de cama, será mucho más fácil lavar la ropa.
Si quieres algo más original que una mesilla, prueba con un caja. Tendrás mucho espacio para guardar tus cosas y tenerlas a mano, y podrás ponerla donde quieras gracias a sus ruedas.
Cuando vives con mucha gente, el ruido puede llegar a ser un problema. Una alfombra grande mejorará la acústica de la habitación, y sus colores, estampados y texturas aportarán color y calidez a la estancia.
Con un toque de pintura en tus muebles de madera sin tratar, puedes dividir los espacios sin utilizar divisores. Si utilizas el mismo patrón de colores por todo el espacio compartido, será muy fácil saber qué hay en cada sitio y a quién pertenece.